martes, 27 de noviembre de 2012

El Maíz

La domesticación y desarrollo del maíz fue un proceso que incluyó, sobre todo, diversas áreas del sur y el centro de México. La planta del maíz es un pasto anual gigante de la familia de las gramíneas. 
La enorme capacidad del maíz para adaptarse tiene que ver con las características fisiológicas de la planta, pero más tiene que ver con el trabajo de domesticación y el conocimiento de los agricultores. Aunque el maíz es una sola especie tiene un gran número de razas y variedades que presentan diferencias amplias entre sí. Ello se manifiesta en el tamaño de las plantas, en el plazo desde la germinación hasta la floración, en el número de hojas y el número de mazorcas, en el tamaño de estas, en la cantidad, el color (blanco, amarillo, rojo y morado o negro) y en el tipo de los granos. Estas y otras expresiones de variabilidad del maíz son adaptadas históricamente por los agricultores a la diversidad de condiciones ambientales: temperatura, altura sobre el nivel del mar, vientos, suelos, humedad, etcétera. Tan sólo en México se han reconocido 41 complejos raciales y miles de variedades. 


El maíz, a diferencia de los otros cereales, se puede cultivar en casi todos los climas, casi todas las altitudes y casi todos los suelos. Se cultiva pronto, se almacena con facilidad y se conserva por largo tiempo; se prepara con sencillez y no requiere de equipos complejos para consumirse. Todo puede hacerlo la familia campesina en casa, con sus propios recursos. Por ello, es en los periodos de crisis cuando mejor se muestra la importancia del maíz. Su disponibilidad es una trinchera de seguridad, de sobrevivencia de numerosos grupos sociales en el campo y la ciudad. De ahí que la carencia de maíz se expresa no sólo como hambre, desnutrición y epidemias, sino también como extinción cultural de las sociedades que dependen de él. 

Ésta prodigiosa herencia vegetal, actualmente adaptada a casi todas las regiones del mundo, constituye un tesoro genético para el desarrollo de nuevas y mejores variedades del maíz. Por el lugar que ocupa en la alimentación de la población mundial, por sus incomparables cualidades nutritivas, por las ventajas que ofrece para su cultivo y por la diversidad de productos derivados que se obtienen a partir de él, el maíz constituye un bien estratégico mundial. La acumulación histórica de cualidades biológicas a partir de una sola planta original, justifica el título de milagrosa. 

El maíz se ha convertido, no sólo en México sino en buena parte del mundo, en sustento permanente de múltiples grupos campesinos, en el alimento barato de millones de trabajadores asalariados urbanos y en materia prima estratégica de la ganadería mundial y la industria de alimentos. Pero por sus versátiles cualidades también podría ser una eficiente base material para organizar una producción libre de explotación y despojo. 

La recolección y preservación de las razas y variedades nativas del maíz es una tarea urgente para preservar y desarrollar este complejo y antiguo tipo de producción agrícola sustentable, apto para las condiciones ambientales muy heterogéneas, como las de México. Por la posibilidad de estabilidad productiva, por su antigüedad y por el extraordinario acervo genético que representa, urge cerrar filas entre nosotros para no permitir el saqueo de nuestro patrimonio más valioso. 

Ariana Díaz Romero.

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